Anoche soñé con mi gato. Soñé que era inteligente. Imagínate que sabía leer. ¡Qué bonitos son algunos sueños! Por la mañana nada más despertar recordé el sueño y sonreí. Salí corriendo de la habitación en su busca y me lo encontré tal y como se los muestro.
¿Te he contado que cuando dejo a mis perras dentro de casa una de ellas, Octavia, se merienda alguno de mis libros? Pues sí, la última vez un tomo muy gordo y pesado sobre la II Guerra Mundial...
ResponderEliminarPues lo mejor que hizo.
ResponderEliminarOjalá fuera tan fácil acabar con las guerras..merendándonoslas
Por ejemplo, sería fantástico; zamparnos las guerras.
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